Días difíciles

Hace mucho que no me acerco por mi blog, para contaros como me encuentro, que me sucede, que necesito.

Como titulo esta entrada, están siendo días difíciles para mí, desde hace mucho, pero en estas últimas semanas, más aún.

Hoy hace una semana que me operaron de mi piedra en el riñón, después de una media de unos cien días de espera, y se puede decir que ha salido la cosa bien, aunque ayer domingo nos dimos el susto de que la herida comenzase a supurar un poco, y tuviese que volver al Hospital, para que me la viesen y limpiasen. A ver que ocurre en estos días.

Quiero agradecer el amor, el cariño que me han dedicado mi mujer, mi Inma de mi corazón, mi hermana, mi cuñado, mis amigos, pero sobre todo a mi madre, e Inma.

Inma lo pasó muy mal en las horas que estuve en quirófano y luego despertando de la anestesia. El otro día me contaba llorando lo horrorosamente mal que se sintió sin mí, sin tener noticias de como estaba. GRACIAS, MI AMOR. Eres lo mejor que me ha ocurrido en mucho tiempo.

¡Y que decir de mi madre!…, pobrecita, no le dijimos nada de mi operación, y solo lo supo, cuando yo, recién subido a la habitación, la llamé por teléfono.

Desde ese martes al mediodía, lo dejó todo, y se vino a mi casa, a cuidarnos, a Inma y a mí, a hacernos riquísima comida, y a no dejarnos solitos. ¡GRACIAS, MAMÁ, TE ECHO DE MENOS!

Te echamos de menos Inma y yo, y por supuesto Coco y Monty, que ayer noche y hoy por la mañana, van de un sitio a otro del piso, buscándote para que los acaricies…, ¡dónde está la abueli, papi, me preguntan!

la foto

Gracias a todos/as los que os habéis interesado por mí.

Y para colmo, hoy mi PADRE, con mayúsculas, podría haber cumplido 80 años. TE QUIERO, PAPÁ, y te echo cada día más y más de menos. Que falta me haces en muchos momentos.

Te envío muchísimos besos y abrazos, para ese cielo donde estás, y desde donde nos cuidas a todos, aunque desde luego, siempre estás en mi corazón.